
Lorena Barreiro

Lorena Barreiro
Lorena Barreiro, la coincidencia o error la llevó a capturar su boda solo con celular
Por: Team Bridetique
La boda de la diseñadora y creadora de contenido Lorena Barreiro y el empresario Rodrigo Pedrero rompió con lo tradicional al ser capturada con la cámara de un celular, sin la presencia de un fotógrafo profesional. Pero no solo eso, su amor se manifestó en una ceremonia íntima con apenas 50 invitados, donde la naturalidad fue la protagonista: sin maquillaje ostentoso, con un vestido confeccionado por la propia novia y sin protocolos.
Aunque Lorena admite que su único arrepentimiento es no haber contratado a un fotógrafo o videógrafo profesional, ya que las fotos fueron tomadas por sus familiares, el resultado final es sorprendentemente hermoso. Esta experiencia nos recuerda que las bodas más memorables no siempre son las más producidas, sino aquellas que reflejan la esencia de quienes las protagonizan.
Su historia de amor: intensa y sin pausas
Lorena y Rodrigo se conocieron gracias a una amiga en común, a través de Facebook hace nueve años. Desde entonces, cuenta ella, no se separaron más.
“Empezamos a vivir juntos desde el día uno”
Después de años compartidos, la propuesta de matrimonio fue igual de soñada: en el Burj Al Arab de Dubái, durante una cena privada con vista a una pecera gigante, un buzo apareció con un cartel que decía “¿Te quieres casar conmigo?”, al ritmo de la canción que ella había elegido años antes como la ideal para ese momento.
Una boda en Galicia, entre viñedos y sin protocolos
El lugar elegido fue Pazo Baión, un histórico viñedo en Galicia, tierra natal de Lorena.
“Queríamos algo muy europeo, muy íntimo, rodeados de nuestra gente, buena comida y vino. Que se sintiera nuestro.”
La inspiración fue clara: una celebración auténtica, con una iluminación que transmitiera sus emociones y decoración elegante, pero sencilla, con velas, paniculata y manteles blancos.
La ceremonia fue simbólica y personalizada; la legal fue en Madrid. Una amiga contó su historia de amor, y el abuelo de Lorena y la madre de Rodrigo dijeron unas palabras. Pero el momento más emotivo para la novia fue ver la cara de Rodrigo mientras caminaba hacia él.
La comida fue otro protagonista, con picoteo con jamón y mariscos, seguido de un banquete con bogavante, langostinos y centollo, acompañado del vino del propio viñedo.

El vestido diseñado por la misma novia
Lorena llevó un vestido de su propia firma, una pieza minimalista 100% seda de cuello halter, diseñado para destacar clavículas y hombros.
“Moría de ilusión de hacerlo yo misma”
La cola larga terminaba en un moño dividido que añadió un toque de dramatismo elegante. Fiel a su estilo sin pretensiones, Lorena decidió no maquillarse: solo usó un labial rojo.
Rodrigo, por su parte, vistió un blazer cruzado etiqueta tropical de Welton & Sons, en sintonía con el estilo relajado, pero sofisticado de la boda.




“Todos nos compartieron que somos un 'parejón', que se notó nuestra autenticidad, todo natural, nunca estuve estresada ni posada.”
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