El crochet puede transformar cualquier espacio de tu boda en un escenario lleno de nostalgia y encanto bohemio.
El encanto bohemio del crochet está de moda en las bodas. ¿Recuerdas aquellas carpetitas que tu abuela o tu mamá solían tener como decoración? Ese aire de nostalgia ahora se transforma en un elemento protagonista dentro de los eventos, cargado de romanticismo y significado.
Lejos de limitarse a manteles o caminos de mesa, esta técnica artesanal se reinventa con un aire etéreo y moderno para conquistar cada rincón: desde respaldos de sillas y cortinas vaporosas para la ceremonia, hasta instalaciones que flotan como auténticas obras de arte. Su atractivo radica en la textura, la ligereza y la versatilidad que aporta, ya sea en un jardín íntimo, una playa bohemia o un salón clásico con tintes vintage.

Good Moods

Main Nué
También se ha visto incorporado en pequeños detalles, como por ejemplo, para envolver el ramo de la novia, en servilleteros o como acentos en la mesa. Cada pieza cuenta una historia de dedicación y convierte el espacio en un escenario único, lleno de calidez y sentimiento.
Además, el crochet es una manera de dar un valor sostenible a la decoración, apostando por piezas que pueden heredarse, reutilizarse o convertirse en recuerdos memorables para los invitados. Es un detalle con propósito, que trasciende lo estético y refuerza el vínculo con lo hecho a mano.

Valentino

Omer Gilony
Si tu estilo es bohemio vintage, el crochet no puede faltar. Más que una tendencia, es un puente entre tradición y vanguardia que transforma la decoración en una verdadera declaración de estilo.
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